Pedro
fue uno de los escogidos por Jesús para presenciar su transfiguración junto a
Santiago y Juan, y cuando estaban a solas con el Maestro en un alto monte, en
el momento de la transfiguración, apareció Moisés y Elías, y en eso los
discípulos quedaron atemorizados. Entonces Pedro en una forma de tratar de
agradar a Jesús, se ofrece para hacer tres tiendas, una para Jesús, o las otras
para Moisés y Elías, y la palabra dice que, él habló aquello, pues no sabía qué
hablar por estar atemorizado. Pedro tenía buenas intenciones, pero su ansiedad
muchas veces le impedía ver las cosas claramente, pues aunque
inconscientemente, Pedro colocó en el mismo nivel que Jesús, Moisés y Elías,
que fueron grandes hombres de Dios, pero aún no se comparaban a Jesús , y la
palabra dice que cuando Pedro terminó de hablar, vino una nube y una voz dijo:
"Este es mi hijo". La mejor cosa que podemos hacer cuando no
entendemos algo en el reino de Dios, es simplemente cerrar nuestra boca, y
abrir nuestro corazón y nuestra mente hacia lo que Dios quiere mostrarnos con
esa situación, las peores decisiones que tomamos normalmente son en los
momentos de desesperación, y en los momentos de ansiedad, por eso sea motivado
como Pedro, sea el primero siempre, esté siempre dispuesto, pero no se exponga
innecesariamente movido por algún impulso emocional.
MARCOS 09 02-08
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