Es normal con el tiempo, después de
tantas luchas, victorias y derrotas nos sentimos cansados, y dependiendo de las
dificultades, hay algunos momentos que nos hacen desanimar, a buscar más el
aislamiento que grandes multitudes. Jesús pasó por todo eso, y más que nadie
comprende nuestros dolores, sin embargo, por conocer nuestro dolor, nos da la
opción de vivir una vida más simple, donde hasta sentiremos dolores, pero
tenemos un lugar de refugio. No hay ninguna situación que impida que entremos
en la presencia de Dios y tengamos refrigerio para nuestra alma. Hoy el
Espíritu Santo quiere mostrarnos que, aunque nuestro presente no dé razones
para tener esperanza, cuando miramos hace 2017 años, encontramos un motivo que
nos da fuerza, para continuar y cumplir el llamado de Dios en nuestra vida.
Profetizo sobre su vida el renuevo de fuerzas, y que Cristo sea el foco de su
vida, en todas las situaciones.
Nenhum comentário:
Postar um comentário