Después de vivir en tiempos de angustias, acabamos pensando las veces que no tenemos más que hacer en nuestras vidas, y acabamos preguntando a nosotros mismos si realmente todavía existe esperanza para los días actuales, esperanza de nuevos sueños y conquistas.
Hay muchas preguntas que todavía no tenemos respuestas, pero hay esperanza más allá de lo que vemos, y que nos trae días de felicidad y que duran mucho más que breves placeres de este mundo.
Dios hoy nos llama para una vida plena, compartiendo algo que es eterno, así debemos depositar todo sufrimiento en las manos de Cristo Jesús, que mediante su amor nos une eternamente a Él.
He presenciado el Espíritu consolador de Dios en mis días y he visto que El Padre me ha dado paz en medio a la guerra, así como tú que está leyendo ese mensaje, tuve varios días de los que yo veía el sol alejándome cada vez más de mí, me pregunto si habría un día que yo pudiera hacer la diferencia.
Pero un día descubrí en Cristo, que siempre me regala una nueva oportunidad, y también que tengo una eternidad donde Él me estará esperando con brazos abiertos. No limite a Dios, porque quiere usarte para una eternidad de gloria.
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.
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