Antes de ser crucificado, Jesús llamó a sus discípulos y los llevó a
Getsemaní, y les pidió que orasen juntos que vigilasen juntos. Jesús se alejó y
después de un tiempo volvió,encontró a sus discípulos todos durmiendo por más
de dos veces. En la última vez, sin embargo, Jesús le dice a sus discípulos que
ahora ellos podrían dormir en paz porque el tiempo que se entregaría había
llegado (Mt 26.36-46). Creemos siempre que estamos en el control de la
situación de nuestras vidas, pero no sabemos ni conocemos nada sobre nuestro
futuro. Nuestros planes, proyectos, necesidades son tan pequeños en comparación
con lo que Dios ha preparado para nosotros, ya veces quedamos atrapados en
cosas tan pequeñas. Por eso aproveche las oportunidades que Dios pone en su
camino hoy, haga como José que tuvo una sola oportunidad con faraón, buscó a
Dios y logró interpretar su sueño, de esa forma se convirtió en gobernador de
Egipto. Sólo existe una oportunidad de vivir, aproveche ella viviendo cerca del
Padre, en el centro de su voluntad, y tenga cuidado con las oportunidades que se
presentan ser buenas a nuestros ojos, pero con el tiempo nos acaban
destruyendo. La palabra del Espíritu Santo hoy es buscar a Dios todos los días,
pues puede ser que mañana pueda ser demasiado tarde.
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