La palabra dice que Juan el Bautista no era luz, pero su misión era dar
testimonio de la luz, no que él viviera en las tinieblas, pero el sentido de
que no era luz está orientado en el sentido de que él por sí solo no podía
generar luz. Así como nosotros, Jesús nos llama para dar testimonio todos los
días de lo que él ha hecho en nuestras vidas, como su luz nos ha alcanzado,
como su misericordia ha llenado las lagunas de nuestra alma, y cómo su gracia
nos ha dado un nuevo sentido de vida. Mi preocupación hoy en día ha sido sobre
que de forma todo lo que Jesús hizo ha impactado en la vida de aquellos que me
rodean y no por lo que la gente dice, e entender por qué Jesús me llamó para andar con El. Lo mayor error que
cometemos, y que nos impide vivir un verdadero cristianismo, es creer que nosotros
que fuimos hasta Jesús, pero no es verdade Él és que vino hasta nosotros, si no
fuera el sacrificio de la cruz la humanidad estaría perdida, condenada, lejos
de la presencia del Padre. No caiga en el error de creer que somos luz, en
realidad si depender de nosotros las tinieblas reinaría hasta hoy, pero porque
Dios nos amó nos entregó algo más precioso que poseía, para que hoy pudiéramos
tener acceso a la luz, y a través de ella, mismo nosotros siendo pecadores,
somos justificados todos los días, y tenemos la oportunidad de arrepentirnos, y
recomenzar sin que nuestra relación con el Padre sea perdida. Es tiempo de
dejar de preocuparnos sólo de las cosas de este mundo, y empezar a pensar en
los motivos que nos llevan a seguir viviendo, y entender el propósito de
nuestras vidas, deja que el Espíritu Santo nos conduzca hacia la luz.
Referencia Juan 01 08
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