El hombre en la tierra de los gerasenos del
cual había sido liberado de una legión de demonios, rogó para que el Maestro le
dejara acompañarlo, pero la palabra de Jesús fue para que fuese y hablara a
todos en la ciudad lo que el Señor había hecho en su vida. Gracioso como la
mayoría de los discípulos Jesús viene y llama a cada uno de ellos para caminar
con Él, pero aquel hombre que quería caminar al lado, Jesús no permitió, pero envío
a la ciudad. Todos tenemos un propósito, un llamado, y tenemos que cumplir,
siguiendo lo que Jesús ministrar sobre nuestra vida, pero tenemos que entender
que Dios hace que las cosas sucedan de una forma diferente para cada uno, pero
con el final igual, que es que todos vengan a vivir la plenitud de una vida con
Dios y que eso venga a impactar a todos a su alrededor. La palabra habla que todos
se admiraban con la liberación que había sucedido con aquel hombre. No podemos
crear reglas cristianas que se firman en experiencias personales, creyendo que
de la misma manera que Dios actuó de nuestra vida va a actuar en la vida del prójimo,
como he hablado el final siempre es igual, pero la forma es diferente.
Marcos
05 18 - 20
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