Hoy en día es verdad que
las personas creen en lo que ellas quieren creer, la mayoría de las veces, la
creencia o la fe, esta relacionada directamente con la búsqueda de una
conquista personal. Hay varias formas de alcanzar nuestros objetivos y cuando
traemos esto a la luz del evangelio, podemos observar que varias personas sólo
buscan a Dios por algún motivo egoísta, y que en muchos casos quieren tener un
Dios "títere", un Dios del que puedan controlar . El ser humano le
gusta estar en el control de todas las situaciones, y es verdad que dentro del
evangelio muchos sólo siguen lo que es conveniente, sólo condenan lo que no
hacen por lo que no hacen por lo que no hacen creer que es pecado o que
necesitan cambiar . Una gran realidad es que el pecado confunde nuestro
entendimiento, y muchas veces creemos que nuestra vida esta bien simplemente
por el hecho de estar bien, y también el hecho de que todo a nuestro alrededor
esté tranquilo, pero sucede que nuestra vida esta siempre en siempre hay algo
nuevo y en nuestra vida pasamos por varias fases, hay momentos de alegría, pero
también hay momentos de tristeza. Pero lo que el Espíritu quiere hablarnos hoy
es que no importa la fase en que estamos viviendo, Dios no cambia ni tampoco su
palabra, pero para algunos los principios sólo son importantes cuando están
pasando luchas o están en momentos malos, pues basta a la tempestad pasar, que
la relación con Dios es dejada de lado. Que en ese día el Espíritu Santo pueda
enseñarnos a vivir realmente el evangelio sin ninguna condición, e incluso en
cualquier situación, y que nosotros no nos engañamos estando mal camino
creyendo que estamos seguros.
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