Cuando Marta, María y Salomé entraron en el sepulcro, vieron a un hombre, con
vestiduras blancas y no encontrando a Jesús, temieron, pero aquel hombre
declara que Jesús a quien ellas buscaba había resucitado por eso no necesitaban
tener miedo, y las orienta a contar todo lo que vieron y oyeron a los
discípulos, y la reacción de ellos fue a salir corriendo y no contaron a nadie,
pues tenían miedo. ¿Cuántas veces en nuestra caminata que nos olvidamos de las
palabras de Jesús, para enfocar en las cosas naturales, aquellas mujeres
recibieron la noticia de que Jesús había resucitado, y la reacción de ellas, en
vez de quedarse alegres y celebrar, temieron y, además, no siguieron el mando
que el Ángel había dado a ellas. Necesitamos para vivir un evangelio de un paso
a la vez y correr al encuentro del Padre, sólo se vive una sola vez, las
oportunidades van pasando y muchas de ellas no vuelven. Necesitamos impedir que
nuestros temores creen obstáculos que nos impidan vivir el sobrenatural del
Señor, y que a menudo interfieren directamente en nuestro llamado. El Padre nos
invita a experimentar diariamente la gracia de Cristo, pero si pautamos nuestra
vida en lo que vemos, difícilmente conseguiremos entender lo que Dios tiene
para nosotros, y lo peor es que a veces hasta entendemos, pero debido a las
circunstancias acabamos huyendo, no haciendo lo que deberíamos hacer. Tomar hoy
una postura lanza fuera de su vida, rompe las barreras del miedo, vea lo
sobrenatural suceder sobre su vida, y cumpla el propósito de su vida.
Referencia Marcos 16 05 08
Referencia Marcos 16 05 08
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