La palabra dice que el pasado sábado, María Magdalena, María madre de Santiago,
y Salomé, se fueron a la tumba de Jesús para embalsamarlo, y en el camino
decían unas a otras: "Quien nos quitará la piedra de la entrada del camino
de la tumba "Y cuando llegaron vieron que la piedra ya estaba removida, y
la Biblia dice que la piedra era muy grande. Lo que me llama atención después
de la muerte de Jesús, antes de la resurrección, es que sus seguidores no
crearon expectativas sobre su predicación cuando hablaba que iba a morir y que al
tercer día iba a resucitar, pues después de la cruz estaban viviendo como si
realmente fuera el fin de Jesús, y la duda más grande entre esas hermanas era
sobre quién quitaría la piedra. ¿Cuántas veces actuamos así en nuestra vida nos
preocupamos por dudas tan inútiles, y que son tan simples de responder, en
lugar de enfocarnos en las cuestiones más relevantes. Esto está directamente
relacionado con nuestro nivel de conocimiento de Dios, y al nivel de
profundidad que tenemos con su palabra. Hay muchas cosas que en el reino
espiritual ya han sido resueltas, muchas piedras que ya fueron retiradas sin
embargo no pudimos ver eso, pues muchas veces predicamos lo sobrenatural, sin
tener ninguna experiencia con él. Un error que cometemos siempre es encontrar
que la mayoría de las cosas van a resolverse en la fuerza de nuestro brazo,
aquellas mujeres estaban con un problema, y ellas creían que serían ellas
mismas que resolverían esa situación. Me imagino que en el camino hasta allí,
ellas hicieron varios planes de cómo retirar aquella pesada piedra, pero para
la sorpresa de ellas la piedra ya había sido retirada y, además, un ángel las
aguardaba con una buena noticia. Necesitamos pedir ayuda al Espíritu Santo para
que nos muestre en qué áreas de nuestra vida que estamos ansiosos, pero la
piedra ya ha sido retirada, para que podamos descansar y enfocar nuestros
esfuerzos en lo que Dios no ha llamado para hacer.
Referencia Marcos 16 02 05
Referencia Marcos 16 02 05
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