Jesús entre los discípulos declara que era
necesario que Él sufriera muchas cosas, que fuera rechazado, que fuese muerto y
luego resucitar, pero Pedro intenta convencerlo de que no era necesario todo
aquello. Pero Jesús mirando la intención de Pedro lo reprendió diciendo que su opinión
venía de parte de Satanás. De lo poco que conozco del evangelio, he visto que
en medio de los hermanos existen dos frentes que crecen cada día, una que
predica donde una vez salvo siempre no importando sus elecciones, que no hay
más sufrimiento, que todo dolor y sufrimiento Jesús ya pagó en la cruz. Otro
frente es uno que predica el sacrificio de todo, que tenemos que quedarnos
siguiendo un montón de reglas y leyes si no alcanzaremos la salvación. La gran
verdad es que Jesús pagó el precio por nuestro pecado, pero nosotros todavía
vivimos aquí, todavía estamos sujetos al frío y el calor, la tristeza y la
alegría, las conquistas y las decepciones, Él no prometió una vida fácil y
llena de comodidades y atajos, Él promete es que en todo momento estaría con
nosotros. Así como era necesario que Jesús pasara por algunas situaciones,
nosotros recorreremos un camino semejante tendremos nuestros momentos de
dificultad, entonces muchas cosas van a ser innecesaria en nuestras vidas, pero
vivir por Él es una decisión que yo y usted podemos hacer, todo el día buscando
cumplir nuestro propósito y correspondiendo lo que realmente vale la pena
vivir, el amor que Él demuestra cada día cuando abrimos nuestros ojos a cada
mañana.
Referencia Marcos 08 31-32
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