Hay un dicho popular que dice que nada cae del cielo, y eso hasta tiene
lógica, pero para nosotros cristianos conquistar algo que después no se pierda,
no es necesario actuar o no siempre es necesario actuar. El actuar forma parte del
proceso, tenemos que tomar actitudes, pero si esa actitud no tiene una
dirección de Dios a las cosas no van a suceder. Entonces, además de actuar, si
la presencia de Dios no está en el medio, a las cosas hasta pueden ocurrir,
pero sólo por un tiempo, y no conseguiremos mantenerlas. A Dios le gusta
bendecir, aunque no seamos merecedores, pero el problema es cuando la soberbia
toma cuenta de nuestro corazón, cuando empezamos a creer que todo lo que
tenemos viene de nuestro esfuerzo, y nos quedamos ciegos y no entendemos que
hay cosas que Dios nos regala que no corremos detrás de eso, simplemente Él nos
bendice. La gran verdad es que hay muchas cosas que ocurren antes de una
conquista, que no vemos, cosas que van bien y ni sabemos que detrás de todo
Dios ha movido cosas pequeñas para que pudiéramos alcanzar esa bendición.
Entonces mi hermano, no sea tonto de caer en ese error, de creer que su esfuerzo
te ha vuelto lo que eres hoy, hasta puede haber ayudado, pero la presencia fue
el factor principal para que llegaras hasta donde llegó. Hoy reconozca a Dios
por todo lo que ha hecho en su vida y arranca la soberbia de su vida
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