😀 MEDITACION 2 PEDRO 03 09

El ser humano por naturaleza es un ser inconstante, cambiamos de opinión muy rápido dependiendo de la situación que estamos viviendo. Cuando pedimos algo para Dios, al principio creemos de todo corazón, tenemos firmeza en las palabras, pero tenemos un gran defecto que nos estorba que es la impaciencia. Queremos que las cosas sucedan de la forma que deseamos y de la manera que deseamos, pero Dios tiene un propósito mayor en todas las promesas que Él nos hace. Muchas veces queremos tanto algo, pero olvidamos de analizar ciertas situaciones, y la pregunta que el Espíritu Santo nos hace hoy es, ¿estamos preparados para recibir? Hay personas que reciben algo de Dios y después no sienten más necesidad de buscar la él, acaban abandonándolo, porque en realidad sólo querían un Dios que pudiera satisfacer sus necesidades, pero realmente estamos probados en nuestra fidelidad cuando no recibimos lo que queremos en el tiempo que queremos. Nuestra mente empieza a entrar en crisis y nuestra vida con Dios es puesta en prueba, y es así que descubrimos el verdadero sentido de buscar a Dios, y descubrimos que su camino es perfecto, y que en el tiempo cierto aquello que sea de su voluntad va a suceder y nada podrá decir al contrario. Pero Dios cuando promete algo aunque nos olvidemos, sin embargo elE siempre da una manera de recordarnos.

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