Dios es un ser fantástico, que trabaja
constantemente en nuestro favor, y en cada palabra en cada situación, intenta
mostrarnos un camino para que alcancemos con más rapidez y facilidades nuestros
sueños, sin embargo Él respecta nuestro libre albedrío. A veces nos permite
caminar en caminos equivocados para que podamos aprender a dar valor al camino
verdadero. La caída de un cristiano comienza cuando empieza a creer que ya sabe
de todo y que no necesita más de Dios para nada, que su propio conocimiento ya
es suficiente. Tenemos que pedir que el Espíritu Santo nos enseñe a caminar
basado en el conocimiento de Dios, abandonando lo que sabemos, renovando todos
los días nuestra mentalidad en Cristo.
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