Nosotros
tenemos dificultad para entender que en la caminata cristiana es más simple de
lo que se piensa o se imagina, hacemos tantos planes y planificaciones, pero
las cosas suceden en el reino de manera gradual y organizada. Nuestro mayor
error muchas veces es querer acelerar el proceso de algunas situaciones, pero
no tenemos noción muchas veces que para que recibamos lo que pedimos
necesitamos estar preparados en todos los sentidos, para que así cuando
alcancemos nuestros objetivos vengamos a tener estructura para soportar y
mantener la bendición del Señor. Una de las cosas esenciales que necesitamos
comprender es que el control de todas las cosas está en las manos del Papá, y
por eso tenemos que aceptar que la dependencia de Dios es camino para combatir
dentro de nosotros esa ansiedad excesiva que nos quita la comprensión de que
nada de lo que hacemos va a cambiar o cambiar el curso de lo que Papá ya ha
preparado. Muchas veces buscamos hacer grandes cosas, pero, sin embargo,
tenemos dificultades para hacer cosas pequeñas, de esa forma acabamos cansando
innecesariamente. Dar un paso a la vez es esencial para tener un crecimiento
sostenible en el reino de Dios, para que nosotros no seamos sorprendidos de
forma negativa, y como consecuencia cosechar frutos que no necesitaríamos
probar. El camino más correcto es entonces preocuparnos por pequeñas acciones,
con lo que hacemos en nuestro día, dejar de enfocar el pasado y crear
expectativas demasiada sobre lo que el futuro nos aguarda, sabiendo que tenemos
el poder de decisiones, pero el control de esas decisiones deberá estar en las
manos de Dios porque Él sabe lo que es mejor para nosotros.
Juan 01 03
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