Cuando oímos la
palabra ganancia, lo primero que viene en nuestra mente es la pregunta
"cuánto dinero voy a ganar?". Beneficio significa resultado que se
gana de algo que damos, pero para tener un beneficio es necesario tener una
inversión. Invertir en algo está relacionado con tiempo, trabajo, finanzas,
esfuerzos y renuncia, para lograr una ganancia mayor que se tiene, o alcanzar
un objetivo. Pero hay muchas inversiones que no nos dan ningún beneficio, y
peor, acaban nos dando daño y daños a veces irreparables. Pero cuando hablamos
de invertir en Dios, el porcentaje de beneficio es de 100%, pero ese beneficio
no está relacionado con el dinero, sino con algunas cosas que sólo ese tipo de
inversión puede generar. Cuando buscamos a Dios, es seguro que tendremos vida,
y vida en abundancia, que podremos vivir tranquilamente sin miedo de la muerte,
pues tendremos vida eterna, podremos descansar sobre el futuro, pues todas
nuestras necesidades serán suplidas, podremos tener un tiempo mayor con nuestra
familia, pues todos van a querer participar de esa inversión. Podría quedar-me
todo el día describiendo las ventajas de invertir en Dios, pero el Padre no es
simplemente una inversión segura, no es sólo un negocio que vamos a dar algo
para recibir algo mayor, el lucro mayor que Dios nos ha dado es la salvación y
no necesitamos invertir nada, es algo que tenemos de gracia, nuestra función es
simplemente no perder lo que Jesús nos entregó en aquella cruz. Hoy el Espíritu
Santo nos enseña que en vez de pasar en el tiempo, el dinero, el esfuerzo y las
cosas vanas, Él nos invita a tener una vida mayor con la presencia de Dios.
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